“Vida antes que muerte”
Tras meses de lectura, ayer terminé de leerme Juramentada y por ende llevo al día esta saga.
Soy muy feliz.
Demasiado feliz.
Es increíble lo que esta saga ha conseguido hacer.
Como ya dije los anteriores recordatorios, lo que llego a sentir con esta saga es puro amor. Amor por el conjunto que Brandon Sanderson ha conseguido expresar en las páginas.
Pero también siento dolor. Dolor por tener que esperar al próximo libro. Dolor por el ansia que me corroe por dentro. Dolor porque sé que esto va a tardar en volver a repetirse, si es que alguna vez se repite.
Quiero dejar constancia de todo esto. Ha sido unos meses donde me he sentido más vivo que nunca, donde me han emocionado y me ha hecho gritar desde mis adentros.
Y Juramentada no deja de ser un engranaje en este precioso reloj que Brandon Sanderson está construyendo. Un engranaje que tiene algunos momentos irregulares, pero que es tan especial que el reloj no podría funcionar sin él.
No lo voy negar, Juramentada me parece el más “flojo” de los tres. Con esto no quiero decir, ni mucho menos, que sea malo. Joder supera, por mucho, a otros libros que me he leído, pero en comparación con los anteriores, es verdad que tiene algunas asperezas.
Y aun con esas asperezas tenemos una obra cojonuda.
“Fuerza antes que debilidad”
Como ya sabéis, estos libros tienen siempre la misma estructura. Cinco actos y entre medias, interludios. Yendo al grano, lo que menos me gustó del libro fueron sus dos primeras partes.
No solo es que sean lentas, si no que a mi parecer tiene problemas estructurales, por decirlo de alguna manera.
Siento que Brandon tenía muchas cosas que contar, y si, el libro no para de soltarte información a la cara, pero a su vez noto que muchos de los capítulos se cuenta de una manera en exceso lenta, pero a su vez omitiendo detalles que no le pega al autor. Por ejemplo omitiendo viajes. Viajes de kilómetros y kilómetros que se proponen en un capitulo y al siguiente han llegado.
Entiendo que no son importantes, y mira se agradece que se omita lo irrelevante, pero se me hace raro, porque en el segundo libro recordemos que Shallan tarda una parte entera en llegar a las llanuras quebradas. En Juramentada, hay viajes de Kaladin que son absurdamente cortos, y si, Kaladin puede volar, y eso le hace ir extremadamente rápido, pero a su vez siento que es una oportunidad perdida para enseñar Roshar desde las alturas.
Repito, critico esto porque amo a esta saga. Podría hablar sobre los capítulos del puente cuatro, que en mi opinión se deberían de haber puesto más bien como interludios, sin dejar de lado al personaje de Kaladin en la segunda parte; o los problemas de ritmo que tienen estas dos partes. Entiendo que esto es ser un poco “mimimi”, y no os lo niego, pero por ejemplo El Camino de los Reyes, no arrancaba su historia hasta la mitad de su libro, y no se me hizo tan tediosa la lectura como en el arranque del este tercero.
Pero todo esto cambia cuando llega la tercera parte porque DIOS MIO.
No solo se exploran los personajes como Shallan o Kaladin, sino que también van intercalando el pasado de Dalinar, mientras que se va revelando una trama más oscura y con más grises de lo que parecía en un principio. Y bueno la culminación de la tercera parte es rompedora, te desgarra el corazón, pues es un momento culminante para todos los personajes. Una escena que llega en momento más tenso e inesperado, replanteando la acción de las próximas páginas.
Pero si tengo que decir algo de Juramentada es sobre su última parte.
Es perfecta.
De verdad, es perfecta.
Un ritmo increíble, acción por todos lados y nos da uno de los mejores momentos, por no decir el mejor momento, que he visto en mi puta vida. No es solo épica, sino que es una parte que da sentido a muchas cosas y cuando concluye todo sabes que has leído uno obra maestra, y si, sientes un vacío existencial en tu interior, pero a su vez una felicidad que te recorre por los pelos, erizándolos en el acto.
Porque estos momentos no nacen de la nada, sino que se han estado desarrollando durante mil páginas. Momentos como “Di las palabras” en el primer libro, o el “Los caballeros radiantes… han regresado” del segundo. Son momentos que determinan la evolución de uno o varios personajes. Y en este, tenemos ese momento de Dalinar, que mientras escribo estas palabras, no para de ponerme la piel de gallina, sabiendo lo que he leído.
Si antes creía que Dalinar era un personaje cojonudo, en Juramentada se desborda y se llega a uno de los mejores arcos de personajes que he visto en mi vida. Conmovedor, un poco triste, pero muy muy esperanzador; que incluso me ha tocado un poco personalmente. Somos humanos, y cometemos errores, muchos errores; pero algunas veces lo mejor es quedarse el dolor que dichos errores nos provocan y afrontarlo.
El archivo de las tormentas en una ardua caminata, un sendero precioso, un viaje que abruma al principio pero que conmueve en la conclusión de su destino.
Pasito a pasito nos vamos construyendo, haciéndonos personas distintas por cada día que andamos.